Cult of the Lamb

Cult of the Lamb es un título que muestra dos géneros que en papel no combinarían funcionar de manera ideal a pesar de uno que otro problema.

Plataformas: PS5(Reseñado)/PC/PS4/Nintendo Switch/Xbox One/Xbox Series S|X
Desarrollador: Massive Monster
Publishers: Devolver Digital
Lanzamiento: Agosto 11/2022
Género: Cultos que si dan gusto

Los cultos son una situación curiosa. Aunque al inicio pueden tener una idea loable, siempre mutan en algo enfocado en el control y muchas veces en la violencia para mantener a sus feligreses en línea.

Massive Monster tomó esta idea y la hizo un poco más divertida y menos “negra” con su nuevo título Cult of the Lamb, donde mezcla el Roguelike y el Management Sim creando un juego que funciona mejor de lo que uno creería.

El título nos pondrá en el rol de un cordero sin nombre, que luego de ser sacrificado para evitar el resurgimiento de un mal, será reclutado por el mal que buscaban evitar.

Allí conoceremos a “Aquel que Espera” una entidad sobrenatural que nos entregará una corona y nos pedirá que lo liberemos. Ahora en representación de él, masacraremos a los miembros de un antiguo culto para liberar a nuestro “lider”.

Algo que no niego que tiene Cult of the Lamb es una narrativa que avanza de una manera curiosa.

A diferencia de otros Roguelikes, el juego nos va contando detalles mediante NPCs que encontramos en el mundo, pero los Bosses que tendremos que masacrar también se encargarán de llenar algunos espacios de la historia.

Aunque no rompe el molde a nivel narrativo si hay un gran interés por contar una historia que al menos sea interesante y que al jugador lo mantenga inmerso dentro del mundo del juego.

Esto me parece clave, porque los Roguelikes se caracterizan por contar una historia bastante escueta donde lo único importante es ponernos una meta y un montón de obstáculos para evitar que lo logremos.

Cult of the Lamb expande un poco más su lore usando a los NPC que encontraremos de manera obligatoria en cada una de las zonas.

Lo importante de cada uno de estos NPCs es que dan un poco de semblanza sobre lo que representa ser un reclutado más del culto, la identidad personal y donde nosotros ponemos el bien personal, sobre el particular.

A decir verdad este me pareció uno de los puntos más fuertes del juego, Massive Monster logró hacer que Cult of the Lamb se sienta “funcional” a nivel narrativo comparado a otros títulos del género.

Claro, podría ser más pulido, pero teniendo en cuenta el presupuesto y tamaño del juego sin duda todo funciona de manera ideal.

Lo más interesante de Cult of the Lamb no es su narrativa, es la combinación de dos géneros que en papel realmente no suena una buena idea, pero logran hacer que funcione adecuadamente.

Pero… con algunos problemas.

El juego es la mezcla de un Management Sim y un Roguelike. El apartado principal es el Management Sim donde nosotros poco a poco crearemos nuestro culto.

Mientras nosotros trabajamos a nombre de “Aquel que Espera”, nuestros cultistas nos adorarán a nosotros gracias a la corona que nos entregó nuestro lider.

Entonces, el juego funciona como un Animal Crossing más satánico, pero con menos Mapache Ultracapitalista (Jódete Tom Nook).

El culto tiene varios elementos que lo hacen funcionar adecuadamente o no. Tendremos un medidor de fé que se verá afectado o favorecido de acuerdo a algunas acciones y si baja a niveles mínimos, puede haber éxodo de algunos cultistas.

Ellos también se enfermarán y tendrán hambre, por lo que tienen que tener camas para descansar en las noches o en caso de enfermedad y una cocina donde nosotros tendremos que cocinarles cuando regresemos a la aldea.

La parte de Management no solo es por hacer la aldea un lugar funcional, sino porque aunque no se note, tener puros cultistas que recolectan pocos materiales se nota a la hora de ir a recogerlos.

Estos también generan devoción. El objetivo de esto, es poco a poco ir comprando las mejoras para el culto, desde mejores camas, mejores lugares para recolectar materiales y viceversa.

Finalmente está la iglesia. Aquí es donde gran parte del juego ocurre y donde se ven varios inconvenientes.

La iglesia nos permite hacer 3 cosas.

Principalmente es dar un sermón, solo podrá ser uno diario y este estará enfocado en los beneficios que recibiremos nosotros durante cada run.

Las mejoras de la corona, que tendrán ventajas puntuales sobre los runs y nos permite manejar algunos elementos relacionados al culto y finalmente, los rituales.

Estos últimos se desbloquearán con unas tablas que se adquieren al completar tareas del culto o matar bosses y se llamarán doctrinas. El objetivo es encontrar maneras de hacer que la fé aumente con beneficios adicionales. Entonces habrán algunos que ayudarán a construir todos los edificios pendientes y otros que declaran un día festivo donde todos descansan.

El reclutamiento de los cultistas estará ligado a los runs que vamos haciendo y al “rescatarlos”, los podremos adoctrinar en la aldea.

Cada uno tendrá beneficios o desventajas, que serán claves a la hora de darles un rol dentro de la aldea. Habrán algunos que serán más lentos en producir devoción o en recolectar materiales para el trabajo… o ambas.

Si sienten que hablé mucho sobre el Management Sim y no sobre el Roguelike, es por una razón.

Cult of the Lamb es un buen management sim, pero como Roguelike es un juego muy regular.

El problema principal es un diseño de niveles exageradamente simplón e incluso que en momentos tiene problemas de legibilidad por temas de color en algunos niveles (especialmente en Anchordeep).

Massive Monster buscó incorporar cosas de títulos como Enter the Gungeon y The Binding of Isaac, pero al final no se siente tan comprometido como con su parte de Management.

El diseño de niveles simplón se nota a la hora de ir por la 3ra zona llamada Anchordeep, donde siento que todo ya lo he visto antes.

Sí, los enemigos son diferentes, pero en el layout de los niveles todo se siente muy igual. Incluso el título toma elementos de Enter the Gungeon donde ciertos sectores se vuelven un Bullet Hell, nuestro cordero hasta puede evadir para tener unos frases donde no hay daño (similar al título de Dodge Roll).

Pero muchas veces parece que los niveles no toman esto en cuenta, entonces son espacios muy pequeños que piden demasiada precisión con mucho enemigo en pantalla y realmente deja de ser difícil como reto y se vuelve más “Ah, no otra zona como esta”.

Mismo caso con las armas. Con los sermones podemos desbloquear nuevos tipos, pero al final siempre son las mismas. La espada, el martillo, el hacha, la daga y los guantes.

Esto le termina jugando en contra porque ese aspecto se siente poco cocinado y al final cuando ya introduce ideas interesantes es en la última zona donde prácticamente uno ya está pensando es en el final del juego.

Visualmente es un juego fantástico, en especial porque su apartado visual muestra los crímenes que uno comete de una manera más… divertida.

Lo que en un juego realista podría ser aterrador por sus alegorías vagamente satánicas, este apartado lo hace ver gracioso y peculiarmente divertido. Incluso se siente en momentos como un diorama de cartón, similar a The Legend of Bum-bo de Edmund McMillen.

Aunque a pesar de sus gráficas bonitas, es un juego que es algo difícil, aunque no imposible como otros Roguelikes.

Cult of the Lamb no es un buen roguelike, pero si es un buen management sim. En una mezcla que realmente no tiene sentido, Massive Monster logra sopesar las falencias de un género con el otro, creando una mezcla atractiva y muy divertida.

Sin duda los fans del Roguelike lo apreciarán por lo que intenta hacer y las personas fans de Animal Crossing, por un management más relajado aunque no por ello, sencillo.

Además que Runbones es un minijuego muy divertido y ojalá lo expandan más en otro título, o que saquen las reglas para jugarlo en la casa.

Cult of the Lamb ya está disponible para PC, PS4, PS5, Nintendo Switch, Xbox One y Xbox Series S|X.

Reseña hecha con una copia de Cult of the Lamb para PlayStation 5 provista por Devolver Digital.

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