Persona 5
El nuevo RPG de ATLUS es uno de los mejores del género. A pesar de su duración, es una joya que los usuarios de PS4 deberían tener.
Plataformas: PS3/PS4 (Reseñado)
Desarrollador: ATLUS
Publishers: ATLUS USA
Lanzamiento: Abril 4/2017
Género: JRPG
Por: David Infante (@Scott_the_Hero)
Si les preguntara hoy día si conocen la franquicia de Persona, estoy seguro que la gran mayoría sabría qué responder y la razón es simple. Si bien la saga Megami Tensei es bastante extensa (cuenta con cerca de 30 títulos) su variante Persona es la faceta mainstream que casi todo el mundo conoce y que ha venido evolucionando entrega tras entrega, culminando en Persona 5, la iteración más pulida que se ha visto entre esta rama de JRPGs de carácter “adulto”. Sin embargo, el reconocimiento que ha recibido el JRPG de Atlus no es gratuito y es algo que se ha ganado desde 1996 con su primer título (aunque la saga Megami Tensei esté desde 1987 con Digital Devil Story: Megami Tensei).
Y el que Persona 5 sea la evolución definitiva de la saga es un hecho innegable. No sólo porque a nivel técnico se apoya en el hardware de la PlayStation 4, sino porque refina las principales mecánicas que han sido características de la saga.
Por el momento, primero lo primero: la historia.
No es fácil entrar a describir este aspecto del juego. No es porque falle, sino por la forma en que está estructurada su narrativa. Para ponerlo simple, a modo de ejemplo práctico, Persona 5 funciona como un anime: por temporadas. Cada una presenta diferentes arcos argumentales que se conectan entre sí para al final ofrecer un clímax en conjunto.
Este clímax vendría a ser la razón que ordena al juego, pues desde el comienzo se plantea la existencia de un problema que sólo el protagonista puede resolver. Sin embargo, los detalles de este arco sólo son visibles hasta después de unas 60 o 70 horas de juego. Antes hay que pasar por otro tipo de historias que están conectadas a este hecho.
¿Eso hace que el juego se aburrido? No precisamente, pero este formato si tiene sus desventajas. Si bien cada temporada está elaborada para presentar los distintos personajes del juego y la mitología que lo permea, se tarda demasiado en establecer elementos básicos que prolongan el juego más de lo necesario, sin olvidar que, tal como en un anime, no todos los arcos argumentales tienen el mismo impacto.
Pero… ¿de qué trata Persona 5?
En esencia, trata sobre un grupo de “vigilantes” llamado ‘The Phantom Thieves’ que tienen como objetivo erradicar la maldad de Tokio al cambiar el corazón de personas corruptas, estas siendo pintores famosos, profesores de escuela, criminales o cualquier figura que tenga influencia sobre otros. Este cambio de corazón sólo es posible gracias al componente “místico” del juego, el cual nos lleva a una dimensión alterna donde esta corrupción toma forma física y debe ser eliminada por medio del combate y la resolución de acertijos.
Como en todas entregas anteriores, la historia y jugabilidad se separa en dos ramas: lo que se hace como estudiante y lo que se hace como “justiciero”. La faceta estudiantil se mantiene fiel a lo que se ha visto en la franquicia. Día a día tendremos que ir a estudiar, trabajar, descansar, comer; así como interactuar con nuestros aliados y otros NPCs. Cada una de estas actividades beneficiará las estadísticas de nuestro personaje (Conocimiento, Coraje, Destreza, Amabilidad y Carisma), las cuales servirán para mejorar nuestra relación con ciertos personajes del juego que podrán ofrecer sus servicios (bonificaciones) a cambio de amistad. Porque así es cómo se mueve el mundo.
Básicamente, esta parte de la jugabilidad nos hace estar al tanto de nuestra vida social y cotidiana. Entre mayor sea nuestro nivel en alguna de las estadísticas, más rápido podrá avanzar nuestra relación con un personaje específico, lo cual se traduce en mejoras para la batalla y la vida cotidiana y sirve como puente para conocer su historia personal.
El problema con este sistema es que es bastante rígido. Por muy interesante que sea conocer un personaje, sea por su historia o alguna habilidad particular, no siempre se podrá hacer en el primer intento porque el poder interactuar este para conocerlo depende de un nivel determinado en alguna de las cinco habilidades sociales. Esto quiere decir que no podremos forjar un lazo de amistad con Ann, por dar un ejemplo REAL, si no hemos mejorado nuestra Amabilidad temprano, incluso si ya hemos luchado codo a codo con ella o la hemos ayudado en sus problemas personales.
En resumen, no es un sistema cómodo, principalmente por los ridículos requerimientos que se necesitan para poder hablar con una persona, lo cual se vuelve bastante engorroso cuando aparecen más y más personajes y no hay tiempo para poder satisfacerlos a todos.
Por otra parte, lo que hacemos como “vigilantes” es totalmente opuesto a la vida estudiantil. Ya no habitaremos alguna de las tantas localidades de Tokyo, sino el ‘Metaverso’, que es una dimensión alterna en la que los deseos más oscuros y profundos de las personas se manifiestan de forma física. Así pues, nosotros, como líder de la agrupación ‘The Phantom Thieves’, tenemos el deber de erradicar esas manifestaciones para cambiar el corazón de su dueño (o fuente), que vienen a ser los jefes del todo el juego. Este es el lugar para combatir y explorar a nuestro gusto siempre y cuando seamos capaces de sobrevivir.
Esta faceta del juego es la que es directamente un RPG ordinario, pues la única forma de subir el nivel de nuestros personajes es a través del combate. Afortunadamente, este apartado es una mezcla de todo lo bueno que se ha visto en pasadas iteraciones, teniendo un gran dinamismo a pesar de conservar el característico sistema de pelea por turnos. No es novedoso, pero tampoco es estático. Fuera de los ataques cuerpo a cuerpo y a distancia, contaremos, OBVIAMENTE, con la ayuda de los Personas: manifestaciones físicas de la personalidad de cada uno de los personajes de la party.
Estos Personas tienen ataques mágicos y existen tantas variedades como hay tipos de Pokémon en el mundo. De la misma manera, hay un claro sistema de fortalezas y debilidades que debemos tener en cuenta antes de entablar una batalla. Y claro que, como en Pokémon, se pueden capturar distintas para poder ser usadas en combate. Para ello primero hay que debilitarlas y luego convencerlas por medio de un minijuego de diálogo bastante simple, pero algo engorroso.
La Persona en cuestión nos hará dos preguntas: Si respondemos acertadamente se unirá a nosotros; de lo contrario, seguirá combatiendo o nos dará un objeto y huirá. El chiste es que cada Persona es distinto y de acuerdo a su personalidad tendremos que responder. Si es agresivo, lo mejor es demostrar dominancia; si es amable, lo mejor es tratarlo de la misma forma, y etc. En resumen, es un minijuego bastante obvio y no prestará problemas, pero siendo una de las mecánicas principales el juego se vuelve repetitiva entre más avanza el tiempo.
Ahora bien, lo que sucede en el ‘Metaverso’ se queda en el ‘Metaverso’, hablando en términos de combate y acertijos, pero practicamente nuestro paso por esta dimensión tiene un efecto en la vida real de nuestros personajes, ya que poco a poco las acciones de ‘The Phantom Thieves’ van a ser un tema de discusión para el público en general. Así mismo, nuestro día a día como estudiantes también tendrá efectos en la otra dimensión, pues, por ejemplo, el nivel de amistad con los miembros de la party determinará el uso de nuevas habilidades o la posibilidad de ejecutar acciones adicionales por turno, pero estas solo se podrán desarrollar si decidimos pasar tiempo con ellos.
Sin duda alguna, los Palacios, que son los dungeons a explorar en Persona 5, son el principal atractivo del juego. Son las zonas principales de combate y exploración, y cuales representan físicamente los deseos retorcidos de su creador. Sin embargo, una alternativa para subir de nivel y mejorar las habilidades de los personajes son los ‘Mementos’, una zona dentro del Metaverso sin conexión alguna a los Palacios donde se pueden resolver pequeños casos para ganar experiencia.
A diferencia de los Palacios, que tienen un diseño propio acorde al villano de turno, los Mementos son una zona generada aleatoriamente, por lo que son áreas más extensas, pero para nada intrincadas en su diseño. Después de todo, están ahí para ofrecer una alternativa al combate, y es que, si hay algo que se requiera en Persona 5, es EXPERIENCIA.
Uno de los sellos por los que es reconocida la franquicia es su dificultad y aunque Persona 5 está lejos de ser el más difícil de la saga, es un juego desafiante que requiere de atención y de un buen nivel. De lo contrario, será fácil estrellarse con la frustración y las ganas retirarse, especialmente hacía el final y en nivel más alto de dificultad.
Es MUY importante tener un equilibrio entre las dos vidas. Dedicar más tiempo a una sobre otra puede causar graves problemas en el progreso. No todo se soluciona en la biblioteca leyendo sobre cómo ser un mejor ladrón o cómo ser un don juan, pero tampoco todo se soluciona subiendo nivel en los Palacios y los Mementos. Persona 5 es un juego hecho para encontrar un punto medio entre ambas vidas, para que se complementen y para que, de acuerdo al estilo de juego, se descubran nuevas cosas.
Evidentemente, esto también determina que Persona 5 sea un juego MUY largo y esto se puede tomar como algo positivo y negativo, según cómo se le mire. Es bueno, tal vez, porque la historia lo demanda de acuerdo a su formato y la forma en que se juega. Pero también es malo por la forma en que no deja de ser un juego de “mundo abierto” en el que algunas actividades irrelevantes están ahí para alargar nuestra estadía a la fuerza, como lo es el ‘grindear’ ciertas amistades por beneficios para el combate o algunos de los contratos de los ‘Mementos’. Además, es un juego denso de jugar y, aunque sea divertido, puede agobiar por la gran cantidad de cosas que tiene para hacer y el poco tiempo que hay para realizarlas.
Es por eso que es recomendable darse un respiro, tomarlo con calma, pues ese mismo agobio puede llevar a la frustración. El progreso puede ser lento y sí, se verán cambios y una evolución en los personajes y en la historia, pero no es raro que a las 40 horas se descubra un nuevo tutorial para alguna actividad. También es importante ver este título con ‘mentalidad anime’, pues a pesar de su trama y la forma en que esta se conduce, es algo ingenua y tiende a favorecerse a sí misma para mantenerse coherente, incluso si eso significa complicarse porque sí.
Persona 5 es sin duda un gran juego y uno de los mejores JRPG del año. Sus falencias son evidentes porque hacer un buen juego no es una labor sencilla, pero no palidecen ante sus virtudes. Es un título divertido, complejo y satisfactorio cuya personalidad desborda por todas partes, desde el arte, la música (que es tremenda) a la trama y sus personajes. Quizá la longitud espante a algunos, pero es un viaje que no se olvida.
Además, es un buen punto de inicio para los novatos, pues es el título más equilibrado entre los ya existentes.
Juego reseñado con una copia de Persona 5 en su versión de PlayStation 4 comprada por el equipo de Nerfeados.