Uncharted: The Lost Legacy

Antes un DLC de Uncharted 4, se conviritó en otro éxito de Naughty Dog para cerrar con broche de oro una de sus grandes franquicias.

Plataformas: PS4 (Reseñado)
Desarrollador: Naughty Dog
Publishers: Sony Interactive Entertainment
Lanzamiento: Agosto 22/2017
Género: Acción-Aventura

Después del contundente cierre de la historia de Nathan Drake en Uncharted 4, parecía que Naughty Dog iba a tomarse el tiempo para trabajar en sus otras propiedades. Pero donde se cierra una puerta, se abre una ventana, y el universo de Nathan Drake todavía tenía mucho que darnos – aunque no desde su perspectiva –.

Se anuncia entonces, para nuestra sorpresa, Uncharted: The Lost Legacy, una “secuela” a las aventuras de Drake, pero que busca darnos la historia y perspectiva de Chloe Frazer, a quien conocimos por primera vez en Uncharted 2. De carismático interés romántico pasajero de Drake, anti-heroína y compañera de aventuras, pasamos ahora a protagonista: un bienvenido salto para conocer más de esta ambiciosa indo-australiana.

¿Alerta de spoilers?

En términos narrativos ordinarios, The Lost Legacy no se despega de la fórmula de los juegos anteriores. Buscamos una reliquia de una civilización perdida de la antigüedad (que tiene alguna relación familiar con nuestro personaje) y un grupo de mercenarios con un malote a la cabeza está ahí para impedirnos el progreso a cada paso. Ya hemos pasado por aquí al menos cuatro veces (sin contar los juegos móviles).

Elaboremos para la claridad: Chloe, con ayuda de Nadine Ross (sí, la mala del juego anterior), está en India en busca del legendario Colmillo de Ganesh que su padre estuvo buscando por muchos años. Desafortunadamente para nuestra intrépida pareja, hay una guerra civil desenvolviéndose en el país y el comandante de uno de los grupos mercenarios involucrados , Asav, también está interesado en hacerse con el Colmillo, cueste lo que cueste. Como Nathan, Chloe también es una caza-tesoros-genio algo obsesionada con su herencia cuya búsqueda del tesoro de la ciudad perdida de los Hoysala es también una búsqueda introspectiva para recuperar doblemente su legado.

Sin embargo, las similitudes temáticas y arquetípicas son superficiales. El marco de la historia es sólo la excusa para su desarrollo y lo que sobresale – como de costumbre – son los personajes, sus relaciones y sus luchas internas. Eso que dicen de “no es el destino, sino el viaje” cala muy bien con este juego en el marco de su familiaridad con los anteriores.

Particularmente divertidas y emotivas son las interacciones entre Chloe y Nadine, que desarrollan una sincera amistad más allá de sus intereses egoístas y traen a pantalla los momentos de mayor diversión, tensión y drama – fuera de lo esperado de la acción cinematográfica del juego –. Y la llega sorpresiva (al menos para mí) de Samuel Drake al elenco en la última mitad del juego agrega más matices a lo que ya pintaba como un excelente desarrollo de personajes polifacéticos. Asav también tiene sus momentos para brillar, pero palidece su personaje en comparación a Chloe y Nadine que se llevan toda la atención con sus diálogos.

Hay – como es de esperarse – algunos guiños graciosos y nostálgicos a los juegos anteriores, muy bien insertados como para no obstruir la historia de Chloe. Le dan coherencia y relevancia al mundo que Naughty Dog ha construido sin irrumpir violentamente en la narración que se está desarrollando y quitarle protagonismo a Chloe. Aquí es Samuel Drake el vínculo más fuerte con la entrega anterior, pero su intrusión en la trama lanza el desarrollo de los personajes en una buena dirección.

La jugabilidad, por su parte, no dista tampoco mucho de Uncharted 4. En términos puramente mecánicos es igual – un disparador en tercera persona con elementos de plataformeo y puzle con el agregado de la soga para el movimiento vertical –, pero sí hay algunas pocas mejoras en otros espacios. El más evidente es que una gran parte del juego ocurre en un espacio semi-abierto (como la sección de Madagascar en U4) en donde podemos cumplir objetivos en el orden que queramos y buscar tesoros y secretos. Es un espacio grato de exploración cuyos momentos de manejar jeep nos brindan de las mejores conversaciones y cuyos puzles implican los mejores retos.

Otra “mejora” importante – al menos lo es para mí – son las galería de disparo (las partes donde hay que matar X malos para avanzar). Ahora no son tan largas y tediosas como en los juegos anteriores y no interrumpen el fluir del juego con sólidas paredes de progreso a cada esquina. Además la sensata – aunque de escasa munición y frecuencia – adición de una pistola con silenciador hace que de vez en cuando sean más manejables en modo sigilo. Pero estás galerías siguen siendo las partes más débiles del juego.

Las escenas de acción cinematográfica – uno de los atractivos del juego – son pocas, contundentes y bien espaciadas, como para no matarnos de falsa-angustia. Y aunque sea un juego más pequeño y corto, igual se nota el cuidado con el que se realizaron y su impacto no se pierde: amalgama de lo que nos dieron en juegos anteriores. Sin embargo, la persecución al tren peca demasiado por su similitud con los clímax que ya conocemos, cosa que me desconectó un poco de la experiencia.

Para quienes se preocupan por las gráficas: el juego luce espectacular – pero pues es el mismo motor gráfico de U4, así que no hay que esperar nada que no hayamos visto antes-. Sin embargo, las nuevas vistas a las que tenemos acceso en esta versión digital de India son dignas de señalar y el modo cámara del juego – ahora un agregado obligado, al parecer – le puede dar ese extra look a las capturas de pantalla como para compartir en redes. Además – y esto es lo más divertido del juego – con el modo cámara se le puede cambiar la expresión facial a Chloe para que haga las muecas más bobas en los momentos de acción más tensos: una joya que pocos han apreciado.

Uncharted: The Lost Legacy no es un juego perfecto, pero es una excelente adición a la saga de aventuras caza-tesoros de Naughty Dog, con una perspectiva refrescante que amplía los límites de ese universo. Tomar control de Chloe y ver como ella se desempeña en sus aventuras es tal vez lo más grato de este juego que más allá de sus similitudes temáticas logró labrarse su propio espacio con la fuerza de sus personajes, más conmovedores que nuestro querido Indiana Jones de falsa ascendencia pirata.

PS: el caminar de Chloe puede ser motivo de distracción.

Juego reseñado con una copia de Uncharted: The Lost Legacy comprada por el equipo de Nerfeados.

A %d blogueros les gusta esto: