Donkey Kong Bananza

Donkey Kong Bananza es un juego fantástico donde años de iteración con otras IP crean un gran juego… que podría ser un poco más difícil.

Plataformas: Nintendo Switch 2 (Reseñado)
Desarrollador: Nintendo EAD
Publishers: Nintendo
Lanzamiento: Julio 17/2025
Género: Super Donkey Kong Odyssey

Con la llegada de una nueva consola de Nintendo el catálogo de lanzamientos es donde más se centran los focos, y aunque Mario Kart World fue todo un éxito, algo faltaba. Es acá donde llega Donkey Kong para llenar ese vacío y llega golpeando fuerte.

Donkey kong Bananza es el regreso de DK al mundo de los plataformas 3D, después de un polarizante paso por este género en la Nintendo 64. Esta vez llega con una clara influencia de los juegos de Nintendo que han sido icónicos durante la última generación de consolas y que dejan su impronta en esta entrega.

DK se verá sumergido en una nueva aventura en las profundidades de la tierra, y que en, su búsqueda por regresar a su hogar termina acompañado de nada más y nada menos que Pauline, una vieja conocida de esta franquicia, aunque, sin entrar en mucho detalle, nos deja algunas dudas de la naturaleza de esta nueva Pauline.

La principal mecánica y lo primero que nos enseña el juego es a romper y destrozar el escenario, que pareciera algo con muchas restricciones, pero no, casi todo lo que compone el nivel es destruible. 

De hecho, es muy recompensante y gratificante romper todo a nuestro paso, ya que así adquirimos diferentes tipos de monedas, y descubrimos secretos que nos llevan a objetos de valor.

A pesar de lo grande que pueden ser los escenarios siempre hay algo esperándonos detrás de una piedra, lo cual no hace aburrido explorar, por el contrario, nos incentiva a seguir rompiendo y descubriendo qué más podemos encontrar.

Nunca es suficiente lo que hemos destruido.

Uno de los objetos que obtenemos son las banandium gems. bananas gigantes que encontramos tanto explorando, cómo completando niveles, o derrotando jefes.

Las bananas nos darán puntos de mejora al recolectar cinco de estas, y aunque no tenemos un árbol de habilidades con gran complejidad, si nos ofrece movimientos y mejoras que nos ayuda tanto en combate como en la exploración.

Dependiendo del tipo de moneda que conseguimos nos permitirán comprar diferentes cosas en específico. Con el oro podemos comprar objetos consumibles. Las banandium chips nos sirven para comprar bananas, que aumentaran su costo entre más compremos.

Por último están los fósiles, los cuales podemos intercambiar por objetos de personalización para DK y para Pauline, lo que no sólo cambia el aspecto de nuestros personajes principales, también nos da diferentes mejoras dependiendo del traje y el nivel que tengan estos.

Como dato adicional, los fósiles también tienen la función de ser coleccionables, algunos llegando a tener formas muy familiares. Ya entrados en el tema de coleccionables, el juego nos presenta un menú en el que podemos ver las banandium gems, los fósiles conseguidos, y estadísticas de lo que tanto hemos destruido.

Aunque parece algo irrelevante este menú, es algo que Mario Kart World carece y se siente necesario. Así que cualquier cosa que mejore la experiencia del usuario sera siempre bienvenida. 

Cada 100 capas de profundidad nos toparemos con un mundo nuevo, lleno de personajes y rivales nuevos. En algunas de estas encontraremos algunos animales ancianos que al ritmo de la música y del canto de Pauline nos darán las formas bananza.

Estas formas son otra mecánica clave para avanzar más en la historia. Cada forma nos transformará en diferentes animales con características únicas.

Lo único que le hace falta son más instancias en las cuales tuviéramos que combinar múltiples formas para completar desafíos, o misiones de historia.

Las capas también nos ofrecen diferentes tipos de terrenos, y entre más cerca estemos del núcleo, será primordial tener las mejoras adecuadas del árbol de habilidades para hacer nuestro recorrido mucho más llevadero.

Por otro lado, el contenido del juego es muy generoso, en cada lugar que visitemos encontraremos habitaciones con retos y desafíos con metas específicas y que nos recompensará con Banandium Gems. Muchos de estos retos son bastante divertidos y variados, aunque los más sencillos se reducen a derrotar un número específico de enemigos en un límite de tiempo.

Aunque la dificultad del juego es bastante asequible, tenemos la opción de un modo asistido, que nos dará algunas ventajas y marcadores que hacen aún más fácil la aventura.

Lo decepcionante es lo fácil que llegan a ser los jefes que nos encontramos a final de las capas, son poco retadores y un poco unidimensionales, a parte de un par de jefes incluyendo los del final del juego, no sentí que fueran diferentes a cualquier otro enemigo del juego.

Algo que no podía faltar es el factor nostalgia, y es que hay elementos tanto visuales como auditivos que nos transportan a otra época. Incluso, hay niveles opcionales que hacen homenaje a la mítica saga de Donkey Kong Country entre otras.

Y como no, personajes clásicos como Diddy y Trixie Kong están presentes de una manera única. Sin entrar en territorio de spoilers habrá más cosas que dejarán a propios y extraños con la boca abierta.

Lo más llamativo es ver cómo juegos como Mario, The Legend of Zelda, e incluso Kirby, traen elementos a la mesa y se amalgaman para darnos lo maravilloso que es este juego. Obviamente Super Mario Odyssey tiene más que ver, ya que pareciera que comparten el mismo mundo, y al ser un juego de plataforma vemos movimientos muy similares entre ambos juegos.

Los fósiles también funcionan de la misma manera que las monedas de Odyssey, las cuales tenían una versión exclusiva por mundo y solo podían ser usadas en estos mundos. 

Al igual que en juegos como Breath of The Wild o Tears of the Kingdom, la exploración es bastante libre, a pesar de no ser un mundo abierto, pero múltiples veces me encontré con soluciones a acertijos o avances en la historia preguntándome si era la manera en que se había diseñado el juego.

Si lo era o no lo era, pasaba a un segundo plano de lo gratificante que era llegar a la solución del problema usando las herramientas del juego.

Y aunque kirby no tiene la huella tan marcada, las formas Bananza son muy reminiscentes del mouthfull mode, y aunque se activan de diferente manera, manejan el mismo principio de movimientos y objetivos.

Donkey Kong Bananza es, desde mi punto de vista, el juego insignia del lanzamiento de la Nintendo Switch 2. Desde el primer momento que tomamos el control de DK es un disfrute total de todas las mecánicas que tenemos a nuestra disposición.

Un poco decepcionante gran parte de los jefes finales, aunque en general no es un juego particularmente difícil.  Es un juego generoso, y con muchas sorpresas que no esperábamos pero son gratamente recibidas. Tiene toda la impronta de lo que ha hecho los juegos de Nintendo tan exitosos. Mario, The Legend of Zelda y Kirby, aprendieron a caminar para que Donkey Kong pudiera destrozar.

Reseña hecha con una copia de Donkey Kong Bananza para Nintendo Switch 2 provista por Nintendo.