Batora: Lost Haven
Batora es un juego que a pesar de tornarse repetitivo con el tiempo, tiene buenas e interesantes ideas en su narrativa y jugabilidad.
Plataformas: PS5(Reseñado)/PC/PS4/Nintendo Switch/Xbox One/Xbox Series S|X
Desarrollador: Stormind Games
Publishers: Team17
Lanzamiento: Octubre 20/2022 (PC/PS/Xbox) – Abril 6/2023 (Switch)
Género: Hades que no son Hades
El fin del mundo es una temática recurrente en la industria de los videojuegos. Sean zombies, invasiones alienígenas o dioses enojados, el planeta tierra siempre queda en el centro del conflicto desde el cual emergen héroes o antihéroes, según el caso.
En ese sentido, Batora no cambia de fórmula, pero si propone ciertos elementos curiosos que hacen de este título uno bastante interesante pese a sus puntos flacos.
Batora nos relata la historia de Avril, una chica joven que es una de las pocas sobrevivientes a un evento fatal que arrasó con la mayor parte de la vida en la tierra. Junto a Mia, su mejor amiga, se adentran en unas ruinas antiguas donde despiertan a dos deidades protectoras, Sol y Luna, seres místicos de amplio poder que han sido debilitados, por lo que requieren de ayuda para restaurar su vitalidad y con ello la vida en el planeta.
Para ello, Sol y Luna toman a Avril como Campeona, quien ahora es su representación en la tierra con sus poderes, muy similar a como funcionan las deidades en Moon Knight, sin embargo, su misión por restaurar la vita no solo se lleva a cabo en la tierra sino en otros mundos donde debe encontrar unos núcleos especiales que albergan un gran poder.
En términos generales, la historia es bastante directa y se enfoca principalmente en la relación que hay entre Avril y los mundos que visita donde cada uno presenta un dilema para ella. Aquí entra un sistema de karma, donde se pueden tomar decisiones empáticas, guiadas por la compasión, o compulsivas, basadas ‘en la emoción del momento’.
Esto determina cómo Avril es percibida por las demás personas, incluyendo Mia y eventualmente tiene influencia en el tipo de final que tendremos al concluir la campaña, los cuales se segmentan en A, B, C y D.
Aunque es interesante que el sistema de karma no adopte la ruta ‘buena’ o ‘mala’, sigue siendo restrictivo al poner sobre la mesa situaciones predecibles que aún se pueden catalogar como binarias, donde se pone en juego el bienestar de los demás o el de Avril.





Si bien esto último le quita un poco de peso a ciertas situaciones, en general los mundos son bastante interesantes, tanto en el frente de su diseño, como de las problemáticas que reflejan donde poco a poco se conoce el por qué están en decadencia y cómo todo ello se conecta con Sol, Luna y la misma Avril, a quien vamos conociendo más a fondo.
Dada la escala del juego, no hay un amplio repertorio de personajes secundarios, pero en general Batora establece muy bien a los principales, generando dinámicas en las que Avril debe tomar “bando” para seguir adelante con su misión.
Quizá lo que más desentona es el tono “juvenil” que tiene la protagonista porque no se siente tan creíble, pero en general sus valores son fijos y claros porque independientemente de nuestras decisiones, ella debe lidiar con la carga.
Dicho esto, la campaña tiene una duración de más o menos 10-12 horas dependiendo del ritmo, ya que si bien se puede ir directo a completar la historia principal, también hay un par de actividades secundarias con las que se puede extender el tiempo de juego.
Ahora bien, quizá lo más interesante de Batora como juego es su gameplay, ya que como campeona de Sol y Luna, ella posee dos tipos de poderes elementales. Sol le otorga una gran espada y técnicas solares, siendo el frente de combate cuerpo a cuerpo capaz de causar bastante daño.
Luna no le otorga ningún arma, pero si la capacidad de disparar proyectiles morados de sus manos y desplazarse con rapidez, ideal para atacar a distancia.
El chiste con ello, es que los enemigos también se dividen en este tipo de daño elemental, por lo que solo podemos derrotarlos usando el mismo tipo de elemento. Atacar con Sol a los de fuego (naranjas) y con Luna a los morados.
Naturalmente, a lo largo del juego Avril desbloqueará nuevas técnicas, pero lo más importante es que hay un sistema de mejoras por runas, las cuales debemos equipar para así incrementar las capacidades de combate de la protagonista. No es nada raro que no se haya visto en otros juegos, pero es funcional y son fáciles de conseguir.





Pese a que el sistema de combate suena dispendioso, no lo es tanto. Si es cierto que algunas unidades enemigas se sienten como esponjas de daño, pero en general hay una cohesión con la forma en cómo se llevan los combates y la forma en qué tenemos que alternar los elementos para hacer daño, mecánica que también se traslada a los jefes.
Si bien no hay demasiados combates contra jefes finales, estos son entretenidos por las mecánicas correspondientes a su combate, además de su significado dentro de la historia de dichos mundos que visitamos. No destacan en términos de dificultad, pero son interesantes.
Aun así, si hay que mencionar que llegado un momento el combate se puede sentir repetitivo al no haber alta variedad de enemigos, movimientos y a la misma capacidad de Avril para derrotarlos fácilmente, especialmente porque parte de la exploración de estos mundos se basa en limpiarlos de enemigos.
Visualmente es un juego bonito y destaca bastante el diseño de criaturas y personajes. Técnicamente no es muy demandante y en su versión de PS5 corre sin ningún tipo de contratiempo.
Batora: Lost Haven es un título bastante interesante. La historia que propone aunque puede ser predecible es intrigante por la mitología que construye al rededor de Avril, más aún teniendo en cuenta la forma en la que ella reacciona al mundo.
El gameplay puede mejorar, pero sus mecánicas son funcionales y sencillas de asimilar, lo que hace que el progreso sea amigable, aunque por momentos repetitivo.
Reseña hecha con una copia de Batora: Last Haven para PlayStation 5 provista por Team17.
