One Piece: World Seeker

El nuevo título de One Piece se arriesga un poco más a nivel mecánico y narrativo, con tropiezos y todo. World Seeker le hace justicia al trabajo de Oda.

Plataformas: PC/PS4 (Reseñado)/Switch/Xbox One
Desarrollador: Ganbarion
Publishers: Bandai Namco Entertainment
Lanzamiento: Marzo 15/2019
Género: Piratas en mar abierto

Hasta el momento, todos los títulos de One Piece se habían limitado a repasar la historia original vista en el manga y el anime. Sea en formato de lucha o musou, esto era una constante para los jugos producidos por Bandai Namco, sin embargo, World Seeker ofrece una nueva propuesta bastante interesante y divertida, pero que también flaquea en ciertos aspectos.

Desarrollado por Ganbarion, One Piece: World Seeker nos presenta una historia original ubicada en una nueva locación llamada “Prison Island”, a la cual llegan los Piratas del Sombrero de Paja solo para verse envueltos en una especie de guerra civil que enfrenta a la ciudadanía, a varias tripulaciones de piratas y los Marines.

Es una historia sencilla pero bastante interesante, la cual se va desarrollando poco a poco con una estructura similar a como lo hace Oda con sus arcos en el manga. Primero establece un conflicto y poco a poco va escalando hasta que concluye con un final bastante emotivo, siempre pasando por momentos cómicos y dramáticos que dan peso a los personajes, aunque vale la pena resaltar que en menor proporción si lo comparamos con la obra original.

En todo caso, el argumento cumple con su función y respeta el lore original, pero también se toma ciertas libertades en pro del fanservice, lo cual explica la aparición de personajes dentro del juego como Kizaru, Fujitora, Crocodile o los hermanos de Sanji.

Su participación dentro de la misma historia es mínima y la mayoría de los personajes del canon de One Piece son más cameo, ya que el foco principal de la campaña es desarrollar la historia que se desenvuelve en torno a dos personajes: Jeanne e Isaac, una pareja de hermanos con un pasado trágico que ahora se enfrentan con ideologías totalmente opuestas.

Jeanne se opone a la presencia de la Marina en Prison Island, lo cual la lleva a colaborar con Luffy, mientras que Isaac estará al mando de la Marina y un siniestro plan que involucra un mineral especial que solo se puede conseguir en esta remota isla.

De nuevo, es una historia bastante interesante con un buen ritmo, aunque flaquea en sus horas finales por su jugabilidad… pero aquí nos estamos adelantando un poco.

World Seeker es el primer juego de mundo abierto de One Piece, lo cual desde el vamos representa una serie de retos por su ambientación y mecánicas. Por fortuna, la mayoría de estos elementos están bien y, por ejemplo, Prison Island es una isla exótica con su propio trasfondo y distintas locaciones como un pueblo, una capital y una base para la Marina que hacen que la historia y el contexto en el que se desarrolla sea más rico.

Uno de los principales logros de World Seeker fue entender las habilidades de Luffy para no solo aprovecharlas en combate, sino implementarlas a la exploración de este mundo mediante un árbol de habilidad. Dicho esto, podremos balancearnos o propulsarnos por el aire a lo Spider-Man con los brazos de Luffy, o podemos usar sus piernas como hélice para volar por periodos cortos de tiempo.

Pese a que los entornos pueden llegar a ser algo repetitivos en estructura, la forma de explorarlos es ágil y versátil, lo cual permite que se pueda avanzar sin mayor problema por los mismos.

De hecho, es curioso que World Seeker, para ser un juego de One Piece, tenga tanto de “todo” … en sentido que hasta hay un sistema de sigilo que podemos usar para pasar por ciertas zonas sin entrar en combate. Luffy se mete dentro de un barril como lo haría Snake en una caja y el resto se infiere. Si nos movemos y nos ven, somos descubiertos, si no, podemos pasar desapercibidos o hacer takedowns a nuestros oponentes.

Ahora bien, dentro del combate también hay cierta versatilidad y es que Luffy tendrá dos tipos de Haki: Observador y Armamento, donde el primero se centra en la velocidad de los ataques y la evasión, mientras que el segundo potencia el daño y la defensa. Son árboles de habilidad independientes que se pueden mejorar con sus pros y sus contras, lo que motiva a tenerlos en equilibrio para adaptarse según la situación.

Eso sí, tampoco es un sistema de combate profundo ya que el 100% de los enfrentamientos se resuelven presionando la misma combinación de botones. De hecho, este es uno de los puntos flacos de World Seeker, pues pese a tener un entendimiento de las habilidades de Luffy, llegando incluso a añadir el Gear 4th, se hace repetitivo. Los enemigos no cambian y sus patrones de ataque son los mismos.

Lo que agrega dificultad es realmente el manejo de la cámara con un sistema de fijado poco intuitivo, así como el daño que recibe Luffy de ataques enemigos. Esto se aplica a los jefes, sin embargo, estas batallas si llegan a ser entretenidas porque cambian el ritmo de combate y requieren de un poco más de atención dadas las técnicas de los personajes que enfrentamos. Fujitora, por ejemplo, pone campos donde el tiempo es más lento y si no salimos de él, caerá uno o varios meteoritos.

Como juego de mundo abierto, World Seeker también está lleno de actividades secundarias, donde unas están bien y otras no tanto. Las que complementan la historia se sienten bien porque al fin y al cabo hacen eso, van llenando huecos y dan presencia a los personajes que no vemos con tanto protagonismo dentro de la campaña principal como Sanji, Zoro, Chopper, Ussop o Robin, pero también hay actividades de relleno que solo prolongan la estadía del jugador por unos minutos más. Lo positivo es eso, las misiones secundarias no son extensas y se pueden completar en un abrir y cerrar de ojos.

Desafortunadamente, como ya lo había dicho… el juego flaquea en sus horas finales. Al llegar a la recta final el título se “cierra”, en sentido que establece una serie de misiones consecutivas para finalizar la campaña, las cuales llevan al jugador a explorar TODA la isla de punta a punta. Pese a que el sistema de desplazamiento está bien, aquí se fuerza al jugador a hacer un tipo de “backtracking” (entre comillas porque realmente no estamos descubriendo nada nuevo) en el que no es posible usar el viaje rápido y pasamos por lugares que ya hemos recorrido.

Fuera de ello, hay un segmento que también nos obliga a hacer la misma actividad nueve veces, extendiendo así la recta final por más o menos una hora en una forma que no se siente orgánica. Totalmente contraproducente cuando en misiones siguientes vemos a la tripulación de Luffy elaborar un plan que involucra a distintos personajes y una que otra locación nueva dentro de la misma isla.

Pese a todo, One Piece: World Seeker es un título divertido que hace justicia a la obra de Eiichiro Oda. Gráficamente no sienta un cambio para el estilo de los juegos de Bandai Namco, pero no es algo necesariamente malo. Es decir, si hay algunas animaciones rígidas y repetición en ciertas expresiones, pero ante todo luce bien. De hecho, viendo lo logrado con este título, no podía dejar de imaginar qué habría sido de Jump Force si hubieran optado por un estilo similar a este.

En conclusión, One Piece: World Seeker es un juego que pese a sus fallas a nivel mecánico se puede disfrutar. Ciertamente no es necesario conocer todo el lore de One Piece para entenderlo, pero claramente es un título que será disfrutado mayormente por los fans del manga/anime por los personajes y la forma en que se desarrolla la historia. Ayudan los diseños originales de Jeanne e Isaac, que fueron hechos por el mismo Oda.

Reseña de One Piece: World Seeker hecha con una copia del juego para PS4 provista por Bandai Namco Latinoamérica.

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