Ape Out
Ape Out nos trae un juego bastante sencillo a nivel mecánico, pero bastante divertido y atractivo a la hora de adentarnos en el mundo del gorila y el jazz.
Plataformas: PC (Reseñado)/Nintendo Switch
Desarrollador: Gabe Cuzzillo
Publishers: Devolver Digital
Lanzamiento: Febrero 28/2019
Género: Apeline Miami
Mucha violencia, colores y música.
La premisa es sencilla. Eres un gorila. Estás adentro, pero quieres estar afuera. Frente a ti hay un laberinto de cuartos y un grupo de desafortunados armado con rifles. Vas a acabar con quien se interponga en tu camino. Empieza la música, empieza el escape. Lanzas a tu primera víctima contra la pared y todo se intensifica a tu alrededor.
Ape Out es una suerte de beat ‘em up desarrollado por Gabe Cuzzillo en colaboración con Bennett Foddy y Matt Boch (música), y publicado por Devolver Digital. Es un juego con una estética llamativa, entre minimalista con algo de secuencia de títulos de los 60 (como North by Northwest), con Saul Bass (Diseñador recordado por piezas como el poster de Vertigo y The Man with the Golden Arm) y portada de LP, amenizado con jazz que responde a nuestras acciones. Es elegante y llamativo.
(Un amigo músico dice que no es exactamente jazz, pero… tecnicismos).
El juego es engañosamente sencillo. Además de movernos, todo va de dos cosas: empujar o agarrar. Cuando empujamos a algún desafortunado enemigo lo lanzamos como un proyectil en la dirección hacia la que estemos apuntando. Si el infeliz proyectil humano se estrella contra una pared, explota en una satisfactoria lluvia de sangre y partecitas acompañada de un golpe de platillos. Tish.
…y empieza la orquesta de la destrucción.
También podemos agarrar (tomar o coger, el verbo que prefieran) enemigos… para luego lanzarlos contra la pared. Splat. Pero también podemos usarlos como escudos humanos –muy útil para aprovechar los tres golpes de vida que tiene nuestro gorila– y luego lanzarlos contra otros enemigos. Tish splat.
Recién capturados algunos enemigos dispararán sus armas. Si se es ágil apuntando, se pueden crear oportunidades de fuego cruzado y acabar con otros desafortunados. Las balas también hacen que exploten. Tish-gong. O incluso un boom si se trata de uno de esos enemigos explosivos. Mejor todavía, aunque pésimos escudos humanos.
El juego tiene cuatro álbumes (mundos) divididos en canciones (niveles). Cada álbum tiene su propia estética y estilo musical, y sus propias especificidades ambientales. Cada nivel es un “ir del punto A al punto B” donde el laberinto-mapa se genera proceduralmente.
La generación aleatoria de espacios, el aumento de número de enemigos y la aparición de nuevos tipos de estos hace que la acción vaya aumentando y pronto el juego se convierta en una estrepitosa espiral de jazz improvisado y paredes y pisos ensangrentados. Comenzamos avanzando y estrellando malos contra las paredes descuidadamente, pero rápidamente el juego exige agilidad y cuidado, y debemos avanzar con mayor precaución, buscando encadenar efectivamente las muertes de los enemigos, usando los niveles en nuestro beneficio. No es un juego fácil.
A cada rato –como la música que se va formando de fondo– estamos obligados a improvisar. Pronto la violencia y los ritmos nos hunden en la espiral del “una vez más” cuando inevitablemente nuestro gorila es abaleado. O algo nos explota en la cara.
Vencer cada álbum desbloquea una nueva opción de dificultad para los más habilidosos. Sin embargo, la experiencia normal –más allá de lo arcade del juego– es una invitación abierta a enfrentarnos simultáneamente al juego, a su estética y a su música. Es uno de esos jueguillos que lindan bien con el concepto de arte. Arte divertido, frenético, violento y placentero de ver.
Pero lo más importante es que el gorila quiere escapar.
Ape Out ya se encuentra disponible en PC y Nintendo Switch, el juego tiene un costo de 15 dólares en ambas plataformas
Reseña de Ape Out hecha con una copia del juego para PC provista por Devolver Digital.