Death’s Door

Plataformas: Xbox Series S|X (Reseñado)/PC/PS4/PS5/Nintendo Switch/Xbox One
Desarrollador: Acid Nerve
Publishers: Devolver Digital
Lanzamiento: Julio 20/2021 (Xbox/PC) – Noviembre 23/2021 (PlayStation/Switch)
Género: Cuervos con Espadas

ACTUALIZACIÓN: Con su llegada a PlayStation, probamos esta nueva versión y actualizamos con algunos pensamientos adicionales del juego.

Algo innegable de los ports de varios títulos a PS5, es realmente el soporte para el Dualsense. En este caso, Death’s Door no decepciona, pero realmente no sorprende.

El título usa la vibración háptica para ciertos elementos puntuales como caminar o cuando enemigos grandes aparecen y hacen que la tierra tiemble, pero dista mucho de ser un soporte ideal. Estas vibraciones son interesantes y sin duda ayudan bastante a la inmersión pero llega ahí.

Death’s Door sigue siendo un juego fantástico, pero me hubiese gustado ver algo relacionado a la resistencia de los gatillos con armas como el arco o el gancho, que se adquieren conforme se avanza en el juego e incluso el ataque pesado que toma valor más adelante.

Dicho todo esto, es un juego ideal y deberían comprarlo, además que regalaran Titan Souls en la pre-orden fue un detalle bastante atractivo por parte de Devolver.

TEXTO ORIGINAL

La muerte es parte central de la vida, en un ciclo al que eventualmente todos entraremos.

Death’s Door busca hablar de este tema de una manera relajada, en un título donde su mundo y personajes lo hacen sentir muy divertido y robusto, pero sus mecánicas se quedan cortas para lo que el juego buscaba ofrecer.

Acid Nerve es de esos proyectos interesantísimos. Compuesto por David Fenn y Mark Foster, el estudio de dos personas, había saltado al estrellato con el fantástico Titan Souls. El título donde nuestro personaje se enfrentaría a grandes villanos armado con una flecha y una vida, fue un juego formidable.

En su nuevo título Death’s Door, se siente algo mucho más robusto pero sus mecánicas de alguna manera palidecen contra lo que uno esperaría después de jugar su primer título.

En Death’s Door seremos un Reaper, encarnado en un cuervo con espada.

Los Reapers son personajes que llevan las almas de los muertos al otro plano, para evitar que se vuelvan demonios después de pasar más tiempo del debido en lo que podríamos considerar nuestro plano.

Luego que un Reaper más viejo nos robara el alma del objetivo que el buró nos había pedido, nos mostrará la Puerta de la Muerte (Que le da nombre al juego) y nos pedirá que enfrentemos 3 grandes enemigos, obtener sus almas y así abrir la puerta.

Narrativamente, Death’s Door es fantástico, no solo por lo interesante de su historia sino la manera como busca retratar la muerte como un elemento natural dentro de la vida. Este acercamiento le permite contar una historia profunda, pero con tintes jocosos.

Sin duda el juego nunca va a escatimar en reírse de las situaciones que ocurren, pero al mismo tiempo hablar de la “desgracia» que recae en las personas que buscan evitar la muerte. 

No es un tipo de sermón, sino es más un momento de aceptación y realización, donde nos recuerda que eventualmente todos llegaremos a ese punto y por más que intentemos negociar,  rogar o negarlo, ese será nuestro destino.

Ese es el centro de la historia de Death’s Door.

A nivel mecánico, el título maneja una perspectiva isométrica donde tendremos un amplio campo de visión de lo que nos espera y el título ajusta su combate de manera acorde. 

El cuervo iniciará con una espada, aunque podremos conseguir varias armas a lo largo del juego, estas nos harán más fácil o más difícil todo el juego.

Con el arma principal tendrá un ataque normal, uno fuerte y otro que hará uso de la habilidad de rodar para hacer mucho más daño, en este caso será un ataque de mucho daño, pero que nos deja abiertos a un ataque.

Además de atacar, también podremos rodar (similar a Enter o Exit the Gungeon) y un ataque de larga distancia que inicialmente será un arco. Este usará un tipo de mana que recuperaremos únicamente al golpear con nuestra arma principal.

Este ataque de larga distancia, se puede usar también para resolver algunos puzzles que encontraremos durante el juego y nos abren más avenidas de exploración dentro de cada nivel que cuenta el juego

Finalmente, el título mantiene el concepto de puerta como punto de control en los niveles. Habrá un gran hub que será el departamento de reapers, donde podremos volver a comprar mejoras para nuestro personaje.

En esto último es donde el juego no termina de funcionar adecuadamente.

Dentro del departamento podremos mejorar el daño que hacen nuestras armas, la velocidad a la que carga nuestro segundo ataque, el daño de los ataques a distancia y la cantidad de veces que podemos hacer la evasión.

Mi problema con las mejoras es que no se sienten. Llegué a mejorar prácticamente toda la espada y fuera de los enemigos sencillos nunca sentí que realmente hiciera más daño.

A diferencia de otros títulos, el juego no usa una barra de vida sino que a los enemigos les aparecerán grietas conforme estén cerca de la muerte. Esto también aplica para los bosses, pero realmente no se siente.

Probablemente esto se reflejará en un número dentro del juego, pero no se ve. Cuando uno ve las armas tampoco hay un cambio en las estadísticas de las mismas. 

Imagino que no querían que cambiara tanto para no romper en exceso el juego en el caso que se lograra mejorar todo antes de terminar el juego, pero definitivamente es algo que el título fácilmente podría no tener y la experiencia se sentiría igual.

Tanto su apartado visual como música es fantástica.

Visualmente es un título con elementos muy detallados y donde su dirección de arte hace que todos los lugares que visitamos se sientan diferentes. 

Cada escenario tiene muchos elementos que lo enriquecen de manera que sea agradable explorar todos los lugares. En especial porque si queremos dejar Death’s Door al 100% habrá que hacer backtracking.

Muchos puntos estarán bloqueados hasta que tengamos cierto “poder» que encontraremos más adelante en la campaña, pero ninguno es clave para seguir en la historia, pero más si queremos encontrar las armas y objetos brillantes.

Los personajes no son bastante detallados algo que en momentos puede considerarse usual para el tipo de juego y su cámara, los modelos tienden a ser muy «lowpoly», pero el estudio les da mucho detalle dentro de lo posible para que todo se siente más robusto, también es muestra el cariño de Acid Nerve por el título, lo que realmente siempre se ha visto en los juegos del estudio.

Mi elemento favorito es la música, el trabajo de David Fenn es impecable. La música da una sensación de escala a cada combate y hace sentir que cada momento podría ser el último de nuestro pequeño segador.

La música no solo enaltece cada momento de la historia, sino que también en los momentos más solemnes, se siente como un elemento que complementa lo que estamos viendo y no un acompañante como suele pasar en otros casos.

Uno de los temas que no me pareció grave, pero si tosco es la navegación. Similar a mi problema con el también fantástico Narita Boy, es que al juego si le beneficiaría un mapa.

Aunque realmente es fácil saber que exploré o qué no, sin duda haría más fácil todo el proceso tener un mapa a la mano, al menos hacerlo parecido a Hollow Knight, donde el jugador marca lo que le interesa, pero el mapa únicamente se limita a mostrarnos que nos puede quedar pendiente por explorar dentro del basto mundo de Death’s Door.

Sin duda, Death’s Door está diseñado para atraer a los fans que la dificultad de Titan Souls alejó, aunque lo hace de manera adecuada sin duda se siente que hay mecánicas que no terminan de funcionar bien y más que enaltecer el juego, lo terminan afectando.

Aunque si son fans de los título clásicos de Zelda, este será un título ideal para ustedes, el cual probablemente disfrutarán y sin fueron fans de Titan Souls, sin duda deberían estar darle un vistazo a este juego.

Death’s Door ya se encuentra disponible en PC, Xbox One y Xbox Series S|X.

Reseña hecha con una copia de Death’s Door para Xbox Series S|X provista por Devolver Digital.