
Tokyo Mirage Sessions: #FE Encore
El remaster de Tokyo Mirage Sessions #FE es ideal, aunque en años anteriores esas mecánicas de JRPG hayan sido mejoradas y refinadas.
Plataformas: Nintendo Switch (Reseñado)
Desarrollador: ATLUS
Publishers: Nintendo
Lanzamiento: Enero 26/2020
Género: Persona con Idols
Siempre que se habla de títulos indispensables para la Wii U se habla de Tokyo Mirage Sessions #FE, un título crossover entre la saga Shin Megami Tensei y Fire Emblem lanzado en 2015, que rápidamente ganó bastante popularidad por el particular choque de dos de las más grandes y reconocidas sagas de videojuegos en Japón, teniendo como resultado un JRPG bastante sólido en sus mecánicas y presentación, pero con uno que otro detalle negativo en su historia.
Después de varios años y una que otra “polémica”
irrelevante por la falta de escotes (OH, THE HUMANITY), este título
llegó a Nintendo Switch con una nueva y más completa versión que no solo apela
a los fans de la entrega original, sino a todos aquellos curiosos que desde la
era del Wii U esperaban por conocer esta particular historia y no pudieron.
Como yo.
Al igual que en la saga Persona, toda la historia se desenvuelve a través de las vivencias de un grupo de jóvenes que, de un momento a otro, descubren un poder que los convierte en héroes. En este caso particular, seguimos el día a día de Itsuki Aoi, un chico de secundaria de 18 años (LOL) que al asistir al debut de su mejor amiga Tsubada Oribe como Idol, se ve involucrado en un conflicto que enfrenta una Agencia de Idols con “espíritus” malignos.
Estos espíritus realmente se llaman Mirages y son el “talento” de las personas que surge cuando se crea un lazo de confianza entre ambos, sin embargo, así como hay Mirages buenos, también los hay malos y ahí es donde radica el problema, ya que el juego va de que hay un incremento en manifestaciones negativas que deben ser investigadas para conocer su raíz.
De ahí en adelante la estructura narrativa es bastante similar a la vista en la saga Persona, ya que vamos superando dungeons en los que se presenta una mini-trama que involucra uno o varios personajes del reparto principal mientras poco a poco se van presentando elementos que empiezan hilar todo hacia un mismo fin.
En sí, Tokyo Mirage Session: #FE Encore presenta una historia fácil de seguir, pero que desafortunadamente no es tan interesante como parece, aunque quizá el mayor problema que tiene es lo inconsistente que es.
Fuera de los clichés asociados al anime, como el papel OP del protagonista por los loles o el hecho que cada problema es solucionado creyendo en el corazón de las cartas, los temas tratados en Tokyo Mirage Session: #FE Encore no tienen repercusión en la historia. Un ejemplo de esto es el “villano” del segundo episodio, un fotógrafo que se obsesiona a tal punto con las Idols que retrata, que las secuestra para capturar su verdadera belleza.
Al final, este conflicto se resuelve derrotando un Mirage, insinuando que la víctima es también el fotógrafo y dejando en el aire que todo está bien. Obviamente este título está lejos de querer hacer una crítica a los problemas reales en la industria Idol en Japón, pero también busca el camino fácil para resolver las tramas que plantea.
En esa misma línea, es irónico que el protagonista del juego sea Itsuki Aoi cuando la trama se pone en movimiento por un evento que no solo afectó a Tsubasa Oribe, sino a toda una industria musical. Siempre se lo presenta como alguien que no sabe por qué está ahí, pero tampoco se insinúa que es parte de su arco argumental. Eventualmente se le da más foco y se aclara su papel, pero no termina de encajar cuando el reparto de personajes que lo acompaña es más interesante.
Ahora bien, Tokyo Mirage Session: #FE Encore quizá no es TAN interesante en términos de historia, pero como JRPG funciona bien pese a sus defectos.
Estructuralmente se juega como un Persona, en sentido que hay fases de juego centradas en la exploración de la ciudad y otras de combate. En las primeras iremos de civil, y podemos conversar con personajes clave en los distintos barrios, acceder a las tiendas para comprar equipo y si vamos a las oficinas de ‘Fortuna’ (nuestra base de operaciones), podemos encontrar un “hub” que nos deja ver las cinemáticas del juego, así como acceder a un jardín llamado “Bloom Place” desde el que podemos mejorar cada personaje.
En las segundas realmente no hay nada que explicar. A lo largo de la historia se abrirán portales a otra dimensión, donde cada uno servirá como el “palacio” de turno. En estructura son bastante lineales y no tan extensos, pero para facilitar el desplazamiento entre plantas o zonas, cada tanto se establece un warp point con el que podemos viajar rápidamente por el lugar.
Sobre el combate específicamente, el sistema heredado de la saga SMT/Persona es evidente, ya que tiene la misma estructura de ventajas/debilidades vista hasta hoy día. Cada personaje tiene una alineación elemental que lo hace potente o vulnerable contra cierto tipo de enemigos, por lo que es importante atacar siempre a la debilidad del oponente para poder encadenar la mayor cantidad de golpes.
Aquí está las ‘sessions’, que básicamente son combos que se pueden encadenar a partir de un solo ataque. Si, por ejemplo, atacamos con Zio a un enemigo vulnerable al daño eléctrico, los demás personajes de la party podrán atacarlo así no sea su turno. Esto dinamiza los combates y hace que no se sientan tan monótonos, y aunque en principio sirve como una gran ventaja para el equipo, es también un arma de doble filo contra los jefes o subjefes.
Un descuido basta para que toda la party sea masacrada en un par de turnos, aunque afortunadamente aquí el castigo no es tan severo como en la saga Persona, ya que constantemente podemos grabar desde el menú sin tener la necesidad de buscar un save-point. En pocas palabras, si nos matan, no perdemos tanto tiempo.
Desafortunadamente, la experiencia pese a la fluidez del combate y la gran cantidad de personajes puede ser irregular según nuestro nivel. Si estamos dos puntos por debajo, no tendremos la capacidad para hacer frente a un jefe, pero si lo superamos por dos, ya estamos OP, lo que lleva a una de dos: un constante grindeo para poder levelear, o rushear una zona evitando el combate para no romper por completo a un boss.
Curiosamente… entre las novedades que incluye Tokyo Mirage Session: #FE Encore está una zona exclusiva para grindeo desde el “Bloom Place”, en caso que sintamos que estamos por debajo del nivel necesario para un combate. Es una herramienta útil que no solo ayuda de subir de nivel a los personajes y a los Mirage, sino que también es fuente de objetos clave para mejoras. El problema, es que abusar de este sitio hace que subamos tan rápido de nivel que quizá podamos romper el combate. De hecho, el juego es claro en advertir que NO debemos abusar de esta zona.
Habiendo concluido esto, es tiempo de referirse al elefante en la sala.
La versión usada para este “remaster” es la
americana, que de por sí ya tenía un número de cambios con respecto a la
versión japonesa. Ciertamente hay ajustes que se sienten mal, como cuando
tratan de vender a Tsubada e Itsuki como JOVENES DE SECUNDARIA DE 18 AÑOS,
entre otros cambios de localización, pero en general hay que aceptar cuál es el
descontento general de los fans (¿fans?): la falta de escotes y vagina
bones.
Desde siempre la censura ha sido un tema de “debate”,
especialmente si hablamos de lo ridículas que son las localizaciones americanas
(¿ALQUIEN DIJO YU GI OH?), pero en este caso en específico la
indignación se enfocó tanto en tetas y culos que se perdió la perspectiva y no
se tuvo en mente que fue una decisión interna que, de hecho, no afectan el
sentido del juego y su “mensaje”. (DE NUEVO, ¿ALGUIEN QUIERE PENSAR EN YU GI
OH?).
En conclusión, Tokyo Mirage Session: #FE Encore es un buen “remaster” de un exitazo de la Wii U, sin embargo, eso no quita sus fallas. Su campaña no es tan extensa como si fuera un SMT/Persona, pero si es más larga al estándar (unas 50 horas) por lo que requiere de mayor dedicación. Pese a ello, no hay duda de que este título saca provecho de la Switch en su forma portátil, dada la opción de guardar el progreso manualmente, lo que posibilita partidas cortas en espacios muertos.
Aunque su historia se vale de un sin número de clichés y conveniencias para avanzar, es interesante por sus personajes y la forma en que se presentan sus aspiraciones. Por otra parte, su combate, aunque dinámico y vistoso, puede romperse con facilidad, pero no quita que sus bases sean las de un JRPG de primera.
Reseña hecha con una copia de Tokyo Mirage Sessions #FE Encore para Nintendo Switch provista por Nintendo Latinoamérica.