
Wildfrost
Wildfrost es un Roguelike particularmente adictivo y muy divertido, aunque su balance podría ser mucho mejor
Plataformas: Xbox Series S|X (Reseñado)/PC/Nintendo Switch
Desarrollador: Deadpan Games – Gaziter
Publishers: Chucklefish
Lanzamiento: Abril 12/2023 (PC | Switch) | Diciembre 10/2024 (Xbox)
Género: Cartas congeladas
Si bien en el mercado hay Roguelikes de todos los olores y sabores, para nadie es un secreto que hay algunos que mandan la parada sobre otros.
The Binding of Isaac, Slay the Spire, Hades y muchos otros, han hecho la transición entre ser un título más del género a convertirse en un estandarte del mismo.
Wildfrost es un roguelike supremamente agradable e interesante que toma parte de la idea detrás de Slay the Spire y la lleva a lugares muy divertidos, aunque con una curva de dificultad particularmente alta.
Luego de una época nevosa que se convirtió en algo aún más frío llamado Wildfrost, muchas personas creen que su aparición es sobrenatural y han decidido buscar la fuente de esta poderosa nevada.
Nosotros, seremos uno de muchísimos exploradores que se aventurará a combatir el Wildfrost.
Narrativamente Wildfrost no tiene nada de raro en la ejecución de historia, si bien Deadpan creó un hilo conductor, claramente no es el centro de la historia.
Dentro del juego iremos encontrando páginas de un diario que ahondan en algunos detalles, pero en parte se siente más bien desconectado del gameplay en general.
Esto no me parece algo malo, porque como he hablado en muchos casos, la narrativa toma un puesto más bien bajo debido a la manera como el momento a momento del gameplay conecta con este elemento.
Dicho eso, no niego que un buen uso de estos elementos es volverlo jocoso. Similar al estilo de Rogue Legacy donde cada heredero ocupa un espacio en el castillo, aquí el hecho de abrir el diario y ver la cantidad de nombres, no falla en hacerme reír.
Es un acierto usar estos elementos narrativos en este tipo de elementos, porque de ninguna manera se siente que la pordebajea, sino que la equipara un poco a lo que busca el juego y es parecer y de cierta manera ser relajado y tranquilo.
Mecánicamente es un gran título de cartas con una estrategia que de principio es sencilla, pero conforme vamos encontrando más cartas se vuelve más elaborada.
El juego funciona en dos momentos. En la villa y el combate
La villa en Wildfrost es sencilla, similar a títulos como Grindstone iniciaremos en una villa que irá creciendo con cada Run que completemos.
Para hacerlo, tendremos que completar algunos retos específicos durante los Runs, que será hacer daño, gastar cantidades determinadas de dinero en el juego y así sucesivamente.
Entonces el juego busca tratar de sacarnos de nuestra zona de Confort para ir ampliando la variedad de cartas con las que podemos iniciar.





La otra parte es el combate y aquí es donde Wildfrost brilla.
Al iniciar cada Run tendremos que escoger una carta principal, similar a títulos como Heartstone esta será la única carta en el juego que no puede ser destruida, de lo contrario perderemos.
Entonces el combate comienza una vez bajamos dicha carta, luego podremos a hacer los movimientos.
Al iniciar recibiremos una mano con 6 cartas, el mazo será aleatorio y nosotros podremos irlo mejorando conforme avanzamos en partidas.
Cada carta que usemos cuenta como un Turno y cada carta (tanto nuestra, como del enemigo) tendrá un determinado número de turnos para hacer su movimiento, por lo que es necesario pensar en como hacer el combate más efectivo.
Por ejemplo, al escoger nuestra carta principal, esta tendrá un efecto que puede ser contrataque, Barrage (Que golpea todas las cartas de una misma línea), recibir algún estatus y así sucesivamente.
También podremos atacar a los enemigos con efectos como Bolas de nieve para aumentar la cantidad de turnos o buffear compañeros con Chiles para más daño o escudos de vidrio para negarlo.
La idea de esto es que ninguna carta principal es 100% eficaz por si sola, entonces es importante ir buscando combinaciones para ello. Por ejemplo en algún momento encontré un acompañante que creaba una bellota como escudo de manera aleatoria a un personaje, luego de eliminar a un enemigo.
Para hacerla más efectiva buscaba acelerarle los turnos por lo que ella golpeaba y cada uno de mis personajes tenía bellota para aguantar uno o dos golpes de más.
Estas sinergias son las que hacen a Wildfrost tan divertido, ya que realmente es más ir encontrando combinaciones que rompan el juego y no pensar tanto en querer terminarlo rápidamente.
Cada vez que terminemos una partida recorreremos un pequeño mapa que nos ofrecerá opciones sobre lo que queremos hacer.
El tesoro nos entregará una carta para añadir a nuestro mazo, la máquina nos venderá un dije para una carta de personaje, el Iceberg nos permitirá encontrar y conseguir un acompañante nuevo y estará la tienda.
Hay que tener en cuenta que en el mazo solo podremos tener tres personajes adicionales, por lo que si conseguimos más tendremos que rotarlos para poderlos usar a todos.
Junto a esto estarán los dijes. Estos se podrán comprar en la tienda o la máquina que encontremos en el mapa nos lo dará, aquí es donde el juego puede llegar a romperse un poco.
Esto al ponérselo a una carta cambiará alguno de sus efectos, entonces por ejemplo le puede dar Barrage a un enemigo que solo tiene contrataque, o generarle algún beneficio para una mejor sinergia con otros acompañantes.
Lo chévere es que este dije no será únicamente para el personaje principal, sino que podremos usarlo para buffear cualquier otro acompañante que sintamos podría ser más efectivo pero es débil.





Dicho todo la curva de dificultad de Wildfrost es rarísima.
El juego a veces va de muy fácil a demasiado difícil, claro algunas de estas cosas dependen más que todo de lo afortunados que seamos, pero al mismo tiempo… hay cartas que están algo rotas.
Si soy honesto, el problema radica un poco en que no es posible ser consistente por un tema únicamente de suerte, por lo que hay runs perdidos incluso cuando uno empieza porque no salieron cosas que se necesitaban o viceversa.
Además siendo muy honesto hay cosas que no son de talento en Wildfrost sino simplemente de suerte. No sé exactamente como funciona Slay the Spire en este aspecto, pero pues un Roguelike donde yo como jugador tengo más agencia me permite a veces sortear situaciones conforme me lleguen, cosa que aquí no puedo hacer tanto.
Claro, no es algo grave porque genuinamente Wildfrost está pensado para jugar en pequeñas dosis, pero creo que hay puntos donde creo que el estudio podría haber balanceado un poco más este aspecto.
Visualmente es un título fantástico.
El juego le apunta muchísimo a una visión más caricaturesca, por lo que algunos personajes tendrán más bien puntos por ojos sin nada muy elaborado, mientras que otros serán más detallados.
En los enemigos aplica algo similar. Hay varios niveles de detalle, pero como tal ninguno se siente fuera de lugar dentro de la dirección de arte del juego.
No niego que me gustaría ver un poco más en las animaciones, pero al mismo tiempo entiendo que las hicieron más sencillas con el interés de hacer el juego muchísimo más ágil para jugarlo en pequeñas dosis.
Wildfrost es un título fantástico.
Si bien su curva de dificultad inconsistente puede ser un problema con algunos, es innegable que su naturaleza de Roguelike la ayuda un poco a salirse con la suya en ese aspecto. Su diseño de gameplay rápido y fácil de entender ayuda a que uno pueda comenzar a superar combates y niveles sin mucha oposición.
Claramente no es ideal para los fans que busquen juegos más “consistentes” en cuánto a la dificultad y experiencia, pero si me lo preguntan… Wildfrost es una gran manera de adentrarse a los Roguelike.
Wildfrost ya está disponible en PC, Nintendo Switch y Xbox Series S|X.
Reseña hecha con una copia de Wildfrost para Xbox Series S|X provista por Chucklefish.