Jujutsu Kaisen: Cursed Clash

La llegada de Jujutsu Kaisen a los videojuegos resulta en un título supremamente flojo que muestra una fórmula que necesita nuevo aire.

Plataformas: PlayStation 5(Reseñado)/PC/PS4/Nintendo Switch/Xbox One/Xbox Series S|X
Desarrollador: Byking
Publishers: Bandai Namco Entertainment
Lanzamiento: Febrero 1/2024
Género: Maldiciones sin dominio

Era evidente que con la creciente popularidad de Jujutsu Kaisen se realizaría un videojuego basado en el anime. Bandai Namco siempre lo ha hecho con las series que logran un ‘alto estatus’ entre fans, tal como se ha visto con las diversas entregas de Dragon Ball Z, Naruto y One Piece así como con las recientes adaptaciones de One Punch Man, My Hero Academia y Demon Slayer. Desafortunadamente, el producto final no podría ser más desastroso… incluso si lo intentara.

Jujutsu Kaisen: Cursed Clash es la muestra de que la fórmula de estos ‘arena figthers’ es cada vez más repetitiva y estandarizada, teniendo como consecuencia juegos que no solo presentan sistemas similares con diversas falencias, sino una presentación que, por lo menos en este caso en particular, es vergonzosa.

En este título se nos presenta un modo campaña para un jugador en el que podemos revivir los eventos de la primera temporada de Jujutsu Kaisen así como de la película Jujutsu Kaisen 0. Como es usual, la historia está compuesta por varios capítulos en los cuales encontramos “cinemáticas” y diversos enfrentamientos que nos llevan hasta el final.

Las “cinemáticas” siguen la tendencia de siempre y son imágenes estáticas del anime, por lo que son eventos donde basta con presionar ‘x’ para avanzar en el dialogo hasta llegar al combate. En términos narrativos la principal queja es la presentación porque se vuelve un tipo de “novela visual” que pierde todas las propiedades que hacen interesante a Jujutsu Kaisen en cualquiera de sus dos medios.

Usar imágenes estáticas del anime funciona a medias porque la gracia del anime es, evidentemente, la animación, haciendo que la mayoría de los momentos emblemáticos de la serie se sientan vacíos.

Eso sin olvidar que hay un cierto nivel de censura (a falta de otra palabra) ya que se recortan fragmentos que tanto en manga como anime son narrativamente impactantes, como cuando Sukuna revela su Expansión de Dominio por primera vez.

Solo hay un par tres momentos en los que el juego presenta cinemáticas: cuando Gojo usa el Vacío Purpura contra Hanami, en la pelea de Itadori y Nobara contra Esou y en la pelea de Yuta contra Kenjaku.

Aunque no son perfectas y se sienten algo acartonadas, dejan ver lo que pudo ser el juego para que tuviera su propio aire e identidad.

Adicional a ello, Cursed Clash presenta también eventos originales para “expandir” la historia, pero se limitan a escenarios adicionales con enfrentamientos para nada relevantes. En pocas palabras, son relleno.

Desafortunadamente no es lo único negativo puesto que en el frente del gameplay también hay problemas.

Cursed Clash hereda el sistema que popularizó la saga Ultimate Ninja Storm, siendo otra victima de unas mecánicas funcionales pero mal aplicadas. En si, todo funciona de la misma forma salvo que aquí no existe un botón para cargar “chakra”, sino que la energía maldita se carga entre más uno haga daño.

Al estar al 100% dependiendo del personaje podemos realizar una técnica especial, como con Nobara o Itadori, o realizar una Expansión de Dominio, como con Gojo o Sukuna.

En papel suena bien, pero lo cierto es que es un sistema de combate bastante repetitivo y desbalanceado en el que no hay puntos medios. O hay personajes 100% inútiles que son fáciles de dominar, o hay personajes, como Panda o Kenjaku, que son 100% fastidiosos porque spamean los mismos ataques una y otra vez.

Un elemento interesante pero que también es problemático son las batallas grupales, dado que se pueden realizar combates de 2v2, 1v2 y 2v1. Dado el desbalance de los personajes estos enfrentamientos también pueden ir de lo más fácil a lo más tortuoso, así que lo ideal es identificar al oponente más débil para derrotarlo.

Sin embargo, quizá los dos enemigos más complejos sean su cámara y lo impreciso en el sistema de combate. La cámara a veces se mueve de forma errática dado el auto lock-on sobre los enemigos, lo cual hace que sea muy fácil fallar golpes simples o combos. Esto hace que haya una ventana mínima de ataque para el oponente y aunque no siempre es un problema, si hay situaciones donde es más estresante recibir daño.

En si, Jujutsu Kaisen: Cursed Clash no es un buen juego y se ve también reflejado en su carente contenido adicional. Fuera de los modos de combate offline existe la posibilidad de tener combates online y, al tiempo de hacer esta reseña, fue imposible completar un solo combate por fallas de conexión.

Existe un apartado de extras donde se puede “personalizar” cada personaje, pero se limita a cambios en el esquema de color y los ya usuales títulos para el perfil de usuario.

Pero no hay que ir tan lejos. La misma comunidad ha expresado su descontento con este juego porque desde el menú del mismo se ve un desinterés por el mismo. La barra de selección de personajes en el apartado de combate offline ni siquiera tiene imágenes de los luchadores. No por nada, es un título que rompió el récord de peticiones de reembolso en 24 horas en steam.

Jujutsu Kaisen: Cursed Clash es una muestra del mal manejo que tiene Bandai Namco con sus estudios y del favoritismo que tiene con ciertas IPs. Los problemas en este título no son nuevos pero son resultado de una industria que espera capitalizar el nombre de una franquicia sin darse cuenta (o si, seguramente) de la calidad de lo que hay entre manos.

Este es sin duda un nuevo punto bajo en los juegos basados en anime que no debería pasar por alto.

Reseña hecha con una copia de Jujutsu Kaisen: Cursed Clash para PlayStation 5 provista por Bandai Namco Latinoamérica.